Serenatas op. 22 y op. 44
Las Serenatas de Dvořák llaman la atención por su sencillez e inmediatez y, al mismo tiempo, por su profundidad. La música de Europa del Este, a diferencia de la procedente del Oeste, tiene una profundidad que no puede dejar de comunicar, buscar y expresar la esencia del pueblo. Está escrita en función del pueblo, lo expresa, tiene la dimensión del pueblo y, al mismo tiempo, crea la amplitud de esa dimensión. La música del Oeste es más individualista. En Europa del Este la conciencia individual goza de la amplitud del pueblo: la fuerza y la seguridad del hombre están en aquello que es para todos, para el pueblo. No se puede pronunciar plenamente la palabra "yo" al margen de un "nosotros", sin insertarla en un pueblo. Toda la exigencia humana -la de cada persona- no viene abandonada a una soledad desesperada, sino que se comprende y se comparte dentro de un ámbito más grande, que ensancha sus límites y la acompaña en la búsqueda de una respuesta, de un cumplimiento.
(Luigi Giussani - texto traducido del fasciculo adjunto al CD)