Sinfonía n. 3, op. 55 "Eroica" - Sinfonía n. 1, op. 21
Deutsche Grammophon 2005
La Tercera Sinfonía, que contiene una dramática meditación sobre la muerte, nos pone de frente a la evidencia de la precariedad del tiempo, al hecho que el hombre es tierra, polvo. (...)
El hombre, de forma contradictoria, es mentiroso y contrapone la nada al Ser como si se tratara de dos realidades. Pero el hombre no puede tener razones para no entender que la nada no existe, porque en la nada nadie habría podido hablar. (...)
La muerte es una pregunta fantástica sobre la vida: ¿cómo puede ser eterna la vida? Nosotros no podemos imaginarnos cómo será la vida de allá, sabemos solamente que el Ser no nos hará perder nada de lo que tenemos aquí.
(Luigi Giussani - texto traducido del fasciculo adjunto al CD)