Mandulinata a Napule. Canciones napolitanas interpretadas da Tito Schipa
Tito Schipa2004
Durante uno de los primeros encuentros con algunos amigos bonzos del Monte Koya, jefes de la más numerosa y antigua secta del budismo japonés, la conversación se centró en el canto, y yo les pregunté si cantaban, si les gustaba cantar y qué les gustaba cantar. El más anciano dijo con énfasis que sí cantaban, y que incluso cantaban cantos italianos. Todos nos llenamos de curiosidad por saber de qué cantos italianos podía tratarse. Cantamos siempre canciones napolitanas, y uno de ellos citó “Torna a Surriento”. Instintivamente pregunté: ¿Cómo es que, de todos los cantos italianos, preferís los napolitanos, y especialmente “Torna a Surriento”? Y el jefe de los bonzos, volviéndose hacia mí y extendiendo los brazos, dijo: Melancolía.
Con esta palabra, inconscientemente, aludía a lo que nosotros llamamos “sentido religioso”. En esta palabra nos reconocemos todos; en esta verdad, en esta espera misteriosa todos nos reconocemos con facilidad. La esencia del hombre es la relación con una felicidad cuyo nombre y naturaleza última desconocemos y que, sin embargo, esperamos. El corazón espera un cumplimiento al que llamamos Dios.
(Luigi Giussani - texto traducido del fasciculo adjunto al CD)