Piezas escogidas
Nikita Magaloff
Había escuchado muchísimas veces "La gota" de Chopin, porque le gustaba mucho a mi padre. Y también a mí, a medida que me hacía mayor - nueve años, diez años... -, me empezó a gustar, porque la melodía que está en primer plano es fácil de entender y es muy agradable. En un primer momento se me imponía la sugestividad de la música que aparece en primer plano. Pero después de decenas y decenas de veces de haberlo escuchado, una vez, mientras estaba sentado en el salón, mi padre puso otra vez esta pieza: de repente me di cuenta de que no había comprendido nada de lo que era la Gota. (...) Su significado verdadero era algo aparentemente monótono, tan monótono que se reducía a una sola nota que se repetía continuamente, con algunas ligeras variaciones, desde el principio hasta el final. (...)
Ésta es la nota que desde el principio hasta el fin domina y decide sobre el significado de todo el pasaje de Chopin, que decide desde el principio hasta el final qué es la vida del hombre: la sed de felicidad.
(Luigi Giussani - texto traducido del fasciculo adjunto al CD)