Sinfonías n. 5 y 6

Filarmonica della Scala dirigida por Riccardo Muti
Ludwig van BeethovenPhilips 1999


La Quinta sinfonía de Beethoven es una pieza musical que nos ayudó a reflexionar de forma especial en los primeros tiempos de nuestra experiencia educativa.
Esta obra de Beethoven es la primera que hice escuchar a los primeros estudiantes, a los diez o quince primeros que se reunían conmigo, y lo hice para suscitar esa dimensión ideal y arriesgada de la vida sin la cual no se hace nada, sin la cual uno es como todos los demás, se aburre como todos los demás: no en vano es llamada "la sinfonía del destino". Escuchábamos al comienzo el primer movimiento de la sinfonía, el del "destino que llama a la puerta". El inicio es el irrumpir de un acontecimiento. Todo el drama de la orquesta se desarrolla a partir de esas cuatro notas iniciales que se vuelven a proponer continuamente. En ellas se expresa el destino que atraviesa en la vida la percepción del extravío, de la derrota o de la tristeza y se muestra a veces en su aspecto más duro de prueba o de tentación.
La tentación es una tempestad, como la que se describe admirablemente en el cuarto movimiento de la Sexta Sinfonía, en mi opinión la más lograda de Beethoven. Ese movimiento preludia, anticipa y describe la tempestad que se aproxima y que pasa. Que pasa, y todo termina en la dulzura de las cosas creadas.

(Luigi Giussani - texto traducido del fasciculo adjunto al CD)